La Orquesta de Cámara Mediterránea celebró su primer aniversario en Almuñécar.

Su Concierto de Navidad satisfizo y superó todas las previsiones.

La Orquesta  de Cámara Mediterráneo  (OCM) hizo feliz a un público que preveía lo que se iba a encontrar. Un concierto grosso «Fatto per la Notte di Natale» de A. Corelli con todas las exigencias de un barroco exigentemente interpretado; una Pavane op. 50 de Fauré, cuya suave melodía transportó al público a las veladas y soirées francesas del siglo XIX.  Un Andante festivo de Sibelius,  que hizo sentir y ver a los numerosos finlandeses del público sus bosques y sus lagos.  Unas Czardas de Monti que el endiablado violín de la espléndida Emilia Ferriz provocó con su último acorde el grito  unánime del público; un Divertimento en re mayor de Mozart justo, preciso, aparentemente sencillo, perfecto; un lánguido, elegante, triste y hermoso lamento del Cisne que presiente cercano su fin y que el genial Héctor Hervás arrancó de las cuerdas de su violonchelo, según manifestaba el coordinador, Antonio Peralta.

 Cerró el programa magistralmente dirigido y tocado por Edmon Levon con las Elegiac Melodies de E. Grieg y la Hungarian Danza n⁰ 5 de J. Brahms completando una memorable noche que confirmó el alto nivel interpretativo de la Orquesta de Cámara Mediterránea, contado para ello con la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar.

 

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