Después de dos años sin procesionar por la pandemia también estrenó recorrido y animación con el fandango cortijero.
La Herradura volvió a procesionar la Virgen del Carmen con gran ambiente en el recorrido por las calles y la bahía. A ello contribuyó el buen tiempo y estado de la mar y la coincidencia de celebrarla en sábado, lo que hizo también que la afluencia de público fuese notable. Este año la procesión marítimo-terrestre contó con varias novedades. La más importante fue en la procesión marítima ya que “estrenó” la jábega “Consuelo”, tal y como anunciara el pasado mes de marzo durante la presentación.
Fue un momento especial que nadie se quería perder. En la mar numerosas embarcaciones aguardaban el momento con algunas bengalas En el rebalaje, el público pretendía inmortalizar el momento con las cámaras fotográficas y móviles en mano. Entre vivas a la Virgen del Carmen afloraron las emociones y aplausos. El mar presentaba las mejores condiciones. Antes de ser ubicada en la jábega, los remeros rindieron homenaje a la Patrona de los marineros levantando y “cruzando” los remos.
Otras novedades
Desde la salida de la iglesia parroquial de San José al anochecer el cortejo procesional de la Virgen del Carmen volvió con más ilusión y ganas que nunca. Había expectación por volver a ver la Imagen por las calles. Acompañada por la Banda de Música Municipal de Almuñécar, bajo la dirección de David Pino, la comitiva puso rumbo a la calle Canalejas para acceder después a la calle Príncipe y alcanzar la calle Acera del Pilar, antes de llegar al paseo Andrés Segovia. El Coro “Cosas Nuestras” bajo la coordinación de María Ángeles Garciolo animó el recorrido con su música y sus canciones en distintos puntos del mismo.
La procesión contó con la participación del cura párroco, Néstor Robledo, a quién acompañaba también otro sacerdote. Junto a ellos el alcalde Juan José Ruiz Joya , además de los ediles herradureños, Daniel Barbero y Rocío Palacios.
Al llegar la comitiva al paseo marítimo “Andrés Segovia” puso rumbo a la rotonda de acceso a la playa desde el interior. Fue otra novedad. Al igual que la animación con cante y baile de fandango cortijero que se sumó a la fiesta. Los horquilleros, a las órdenes de Rafael Ruiz llevaron la Imagen hasta el rebalaje, junto al chiringuito “El Bambú”, donde aguardaba la jabega que había sido engalanada para la ocasión con una iluminación que destacó durante la travesía desde Peña Parda, a poniente, hasta la Punta de la Mona. Los remeros coordinados por el “capitán” Pablo realizaron una de las travesías más importantes tras los preparativos de los últimos días.
Mientras navega la Virgen del Carmen las personas seguían el recorrido desde la playa y terrazas. Otros disfrutaron de la actuación del Coro Cosas Nuestras que, sobre un escenario habilitado junto al paseo cantaron a la Virgen, marineros y La Herradura.
Momento destacado fue también cuando se quemó el Castillo de fuegos artificiales cuando la barca de la Virgen volvía de Peña Parda. Tras el desembarco la comitiva de la procesión puso rumbo de nuevo al templo por la calle Unidad.
Por cierto, en la plaza de la Independencia la fiesta siguió hasta bien entrada la madrugada.