El Museo Arqueológico  de Almuñécar “Cueva Siete Palacios”, un viaje por la historia de la antigua Sexi.

En su interior se pueden observar piezas de época fenicia o romana halladas en los yacimientos sexitanos, entre las que destaca el Vaso de Apofis, que constituye el documento escrito más antiguo de la Península Ibérica.

El museo arqueológico de Almuñécar  “Cueva de Siete Palacios” no es un simple museo, en su interior alberga un gran conjunto de bóvedas romanas y una exposición con numerosos restos de cerámicas fenicias halladas en diferentes yacimientos arqueológicos de Almuñécar. La variedad de sociedades que han pasado por el municipio sexitano han dejado restos que nos hacen ver la importancia del municipio.

Al adentrarnos en el museo se puede apreciar una gran bóveda de piedra junto a otras siete de menor tamaño pertenecientes a época romana, datadas sobre el siglo I d.C.  Cueva de Siete Palacios, que se encuentra ubicado en el Barrio de San Miguel, tenía la función de salvaguardar el desnivel del terreno para así poder construir en la parte superior del cerro el foro. Desde el año 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural y ahora, este lugar está en uso como “Museo Arqueológico Municipal”.

Almuñécar cuenta con grandes yacimientos de los que se han obtenido innumerables hallazgos, como el Cerro de Velilla, el Cerro de San Miguel y el Cerro del Puente de Noy. Todos ellos son asentamientos argáricos ubicados en lugares elevados del municipio sexitano. Además, también contamos con la necrópolis fenicio-púnica “Laurita”, que no supera la veintena de enterramientos, lo que nos indica que no todos gozaban de este derecho, dependía del status y del poder.

“Antiguamente existía la costumbre de enterrar a los muertos acompañados de objetos y alimentos necesarios para realizar su “viaje al más allá”. Gracias a esto, hemos podido descubrir las civilizaciones que han estado asentadas en Almuñécar y cuáles eran sus costumbres a la hora de elaborar los platos, jarrones, vasos, lucernas o incluso utensilios de hilar, piezas que puedes observar en el museo arqueológico”, recuerdan desde el Área de Arqueología.

Pero los descubrimientos no quedan solo en las necrópolis, en las profundidades de nuestras costas, se han encontrado numerosas ánforas y urnas de alabastro dado que estamos rodeados del mar Mediterráneo. “En sus aguas, se produjeron grandes contactos comerciales y culturales entre diferentes sociedades. En muchas ocasiones, estas ánforas, que se utilizaban para transportar productos como el aceite, el vino y salazones, viajaban por todo el Mediterráneo y caían al fondo, por ello, muchas de las que se pueden observar en el museo son procedentes de la Cueva del Jarro, en la Punta de la Mona”, señalan.

El museo almuñequero cuenta con un fragmento de escultura de la Diosa Minerva que aparece representada con sus dos atributos: el casco con la cabeza de medusa y la lechuza a los pies. La escultura, que fue hallada en la factoría de salazones del parque El Majuelo en la zona donde se encontraría el templo dedicado a dicha diosa, es una muestra de cómo en Almuñécar se estableció el culto imperial romano.

La influencia religiosa no acaba ahí, en este mismo parque, también se encontró un pedestal, que data del siglo II d.C, y está dedicado a un personaje de la época llamado Cayo Aemilio Nigro, quien fue un sacerdote sexitano del Dios Augusto de la Bélica.

Sin embargo, cabe destacar que la pieza más importante que posee el museo es el Vaso de Apofis, ya que constituye el documento escrito más antiguo hallado en la Península Ibérica. Esta pieza egipcia cuenta con inscripciones jeroglíficas en las que se habla del Faraón Apofis I, que gobernó en Egipto durante el siglo XVI a.C. Era utilizado para introducir las vísceras del difunto durante el proceso de la momificación, dada la importancia que esta sociedad le daba al “viaje” que se emprendía tras la muerte.

Efectos Covid19

El Museo Arqueológico no se ha librado de las consecuencias a causa del coronavirus, y es que, tal y como cuenta la encargada del museo, “desde que se volvió a abrir las puertas del museo, han disminuido las visitas en comparación con otros años, peros desde mediados de julio la situación ha mejorado, llegando incluso a tener más de cien visitantes al día en algunas ocasiones”.

Para las personas interesadas en visitar este magnífico lugar lleno de arqueología e historia, indicar que se encuentra ubicado en la calle Eras del Castillo, 29, en el Barrio  de San Miguel, además, es una oportunidad de adentrarse por las calles del casco antiguo del municipio sexitano.

Actualmente, y hasta el próximo 15 de septiembre, el museo se puede visitar de martes a domingos, en horario de mañana de 10:30 a 13:30 horas, y por la tarde, de 18:30 a 21 horas. Aunque el domingo, el horario  de visita  es  de 10:00 hasta las 13:00 horas,  ya que  por la tarde, al igual que el lunes, permanece cerrado.

Se recomienda a los visitantes que antes consulten la página web del museo para conocer  el horario de apertura, puesto que, dependiendo de la fecha del año, los horarios pueden cambiar.

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