Gran concierto eléctrico en Jazz en la Costa de Almuñécar  con Mike Stern y Randy Brecker

 

El festival  sexitano recibe  hoy jueves a  un mito del jazz: Fred Hersch

El guitarrista Mike Stern llenó el escenario  y el   auditorio de parque El Majuelo en la segunda sesión de la edición 2018 del Festival jazz en la Costa de Almuñécar. De nuevo con el aforo completo, la muestra de jazz sigue manteniendo el nivel de interés de las últimas ediciones en las que apenas han quedado entrada por vender.

Stern cambió completamente el tono de la noche inaugural ofreciendo un concierto mucho más eléctrico y destinado a un público más efusivo que el de Cécile McLorin. El guitarrista de Boston, tan virtuoso como simpático, estuvo buena parte de su actuación riendo a carcajada completa, y se entretuvo después de tocar junto a su socio en firmar autógrafos, discos, hacerse selfis o charlar con el público sobre cuestiones técnicas.

La de estos dos titanes, de  65 y 72 años, fue una actuación reconstituyente por la energía que desarrolló durante dos horas sobre el escenario, con sorprendentes cambios en la sonoridad de la guitarra gracias a una extensísima pedalera de efectos, pasando desde el  timbre claro y ligero de los guitarristas bop hasta los más brutales ataques de rock, casi de heavy metal. En temas como el celebérrimo “Chromazone” o “Whatachallit” la banda tocó techo en cuanto a poderío eléctrico.

Junto a la guitarra enervante de Stern y la trompeta multicolor de Brecker, un hombre que ha grabado más de mil discos, estuvieron Dennis Chambers, con su habilidosísimo movimiento de muñecas y descomunal polirritmia, y Tom Kennedy, discreto como los bajistas de raza pero completando en graves todo lo que le pusieran por delante y que dejó un solo magistral para la historia del festival. Cuatro maestros dando una masterclass simultánea que, los numerosísimos músicos presentes disfrutaron con entusiasmo casi escolar.

En su tercera visita al auditorio sexitano y como era de esperar, el público se puso en pie y aplaudió a raudales para reclamar la prolongación del concierto, que en el caso de Stern siempre es generosa, yéndose por Jimi Hendrix casi a la media hora más.

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