El delegado de Cultura, la Concejal de Cultura y el Presidente de Mancomunidad visitaron las excavaciones de la nueva necrópolis.
Los trabajos han sido dirigidos por el profesor Andrés Adroher Aroux y el arqueólogo sexitano, Iván Sánchez
Que la riqueza arqueológica de Almuñécar y su municipio es una fuente inagotable para conocer las civilizaciones que por ella pasaron y por tanto su historia, es algo a nadie se le escapa, ya sea técnico en la materia o simplemente un amante de la historia de un pueblo de más de 3000 años.
De ello ha sido testigo el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Guillermo Quero, acompañado de la concejal de Cultura Olga Ruano y el presidente de la Mancomunidad de la Costa Tropical, Sergio García Alabarce, al conocer los hallazgos conseguidos en la intervención arqueológica realizada en el Monte Velilla, cerca de la Cuesta Godoy, que bajo la dirección de Iván Sánchez Marcos y el profesor del Universidad de Granada, Andrés Adroher Aroux, se han ejecutado en los últimos mese y que, por lo pronto, viene a confirmar la teoría de la tercera necrópolis fenicia de Almuñécar, junto a las de San Cristóbal y Puente e Noy.
El descubrimiento arrojado por la excavación, que también ha conocido la nueva arqueóloga municipal, Elena Navas, ha sido un enterramiento de un hombre y una mujer acompañada de urna funeraria y ánfora de cerámica. Estos restos serán ahora analizados en laboratorio por los técnicos para conocer los aspectos antropológicos y de la cerámica que darán más luz a la Cultura Argárica y por supuesto a la historia de Almuñécar.
Como se recordará este pasado verano, el grupo de arqueólogos, encabezados por el almuñequero, Iván Sánchez, solicitaron ante la delegación territorial de Cultura de Granada un proyecto de investigación con el objetivo de “intentar verificar evidencias arqueológicas” en Monte Velilla, para así poder proponer la inscripción como BIC de las tres Necrópolis: Monte Velilla, Puente de Noy y Laurita. En Laurita o San Cristóbal no se ha podido excavar ante la negativa de propietario del terreno; sin embargo, en Monte Velilla, si hubo luz verde de la propiedad.
El equipo unificado de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Departamento de Prehistoria y Arqueología, dirigidos por Andrés Adroher Aoroux, profesor de Arqueología, junto con arqueólogos técnicos que dirijan la intervención y que conocedores del terreno, como es el caso de Iván Sánchez han sido los encargados de llevar a cabo el citado proyecto.
La actividad ha sido patrocinada por cuatro administraciones públicas: Ayuntamiento de Almuñécar, Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, mediante la concertación de patrocinio al Centro de Estudios de Arqueología Bastetana, con sede en Baza, del cual formamos gran parte del equipo. Y por último, y al ser la delegación la precursora de la intervención, también patrocina la Dirección General de Bienes Culturales, dependiente de la Secretaria General de Cultura de la Consejería de cultura, Turismo y Deporte”, explicó el arqueólogo sexitano.
Los trabajos han consistido, en un primer momento, en un estudio de georreferenciación y levantamiento topográfico del terreno que ocupa Monte Velilla. Posteriormente, una vez se realicen las distintas planimetrías, se llevó a cabo una prospección superficial en la citada zona y una geofísica, mediante correo (georradar), La última fase de campo ha sido la excavación de unas cuantas tumbas procediendo al registro arqueológico y delimitando su protección tutelar.
Rica historia de Almuñécar.
La historia de Almuñécar se inicia en el año 1.500 a C, con la cultura Argárica de la Edad de Bronce, a finales del siglo IX a Cristo, sus habitantes reciben la colonización fenicia, creando las estructuras urbanas de la colonia de EX, de tal forma que cuando a finales del siglo III a C, lleguen los romanos, encontrarán una ciudad bien estructurada, con una pujante economía basada en la ( salazón ) de pescado, fabricación de “garum sexitano“ muy apreciado, moneda propia, a la que remodelarán construyendo templos y acueductos, propios del municipio de derecho latino Sexi Firmum Lulium. En tiempos de al-Ándaluz, el ilustre viajero al-Idrisi, al descubrir la ciudad, ya hacía mención de las ruinas de templos anteriores. Con la llegada de Abderramán I (nacido en Siria) en el año 755 a la Península por las costas sexitanas, Almuñécar pasó a pertenecer según la división administrativa de los musulmanes, a la Cora de Elvira. En este momento Almuñécar era un punto fuerte de la costa: un hisn o castillo, aunque hasta el siglo XI no se puede hablar de ella como ciudad o medina. Producía caña de azúcar, plátanos, pasas, cereales, todo tipo de frutas y buena pesca, disponiendo entonces de puerto, arrabales o barrios extramuros, mercados y una mezquita mayor. Durante el periodo en que el territorio de al-Ándaluz estuvo dividido en diversas taifas, Almuñécar dependió de la Taifa de Granada consolidándose como la principal ciudad costera de su reino. Durante el reino nazarí, fue uno de los núcleos más importantes, siendo visitada por la realeza, que disfrutaban temporadas en la residencia real. Tras la caída de Baza en 1489 la costa de Granada se rindió a las tropas castellanas en diciembre de ese mismo año, bajo las capitulaciones que se firmaron en Almuñécar.
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