El consistorio sexitano dice que llevaba más de un año tramitando la concesión para destinarlo a un Centro Náutico como escuela de deportes marinos.
El Servicio de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha ignorado la solicitud del Ayuntamiento de Almuñécar de conservar el chiringuito Calabré, una instalación histórica, y ha decidido demolerlo, según ha manifestado el edil de Medio Ambiente y Playas Lucía González..
González, ha explicado que el Consistorio sexitano, una vez que tuvo conocimiento de la no renovación de la concesión al anterior titular, estaba tramitando, desde hace más de un año, ante la delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, competente en la gestión de ordenación del litoral, que “fuera al mismo Ayuntamiento al que se le adjudicara la concesión del chiringuito, para destinarlo a una escuela náutica, en la que se incluyeran escuelas de vela, submarinismo, paddle Surf, kayak, un espacio para formación y, en definitiva, un gran centro náutico en Almuñécar, único en la Costa Tropical”.
Lucía González ha aclarado que la Junta de Andalucía ya dispone, desde hace tiempo, de toda la documentación preceptiva para la otorgar la concesión, pero “cuál ha sido nuestra sorpresa, cuando en la mañana de hoy (miércoles), sin previo aviso, nos encontramos una máquina demoliendo el establecimiento Calabré. No constando en este Ayuntamiento, solicitud de licencia de obras, ni ocupación de vía pública por uso de aceras y aparcamiento contiguo, ni plan de seguridad para acotar la zona de obras, ni señalización que garantice la seguridad de los usuarios del paseo marítimo Miguel Ángel Blanco, ni comunicación alguna al respecto de dicho derribo”.
La edil sexitana ha destacado que “nos parece indignante, que teniendo en trámite con la Junta de Andalucía, un gran proyecto como el presentado para Escuela Náutica en el Calabré, el Gobierno Central decida, unilateralmente, su demolición de una forma tan opaca y sorprendentemente ágil en la tramitación de la adjudicación de las obras de demolición, cuando otras peticiones de actuaciones, muy necesarias en nuestras playas, como los espigones de Cotobro o la defensa de la escollera del parque acuático, caen en saco roto y no obtienen respuesta”.