Así lo ha anunciado hoy en sus redes sociales tras proclamarse hace unos días campeona de Rumanía.
Nota de despedida de Irene:
«Primer paso hacia un nuevo comienzo»
Se acabó la parte más importante de mi vida hasta ahora. Una etapa, una historia que siempre llevaré conmigo. Como algunos ya sabéis, he decidido acabar mi carrera como jugadora de balonmano y retirarme oficialmente del deporte que tantas alegrías y satisfacciones me ha dado.
Mi sensación es de felicidad. Felicidad, ya que ha sido una decisión tomada por mí misma y desde el corazón. Es el momento de empezar a abrir otros caminos profesionales, que afronto con muchas ganas e ilusión.
Han sido muchos momentos duros, sacrificios, decepciones e injusticias los que se viven en este deporte, pero no borraría ninguno de ellos, ya que de estos he aprendido y he conseguido ser la persona que soy ahora.
Me quedo sobre todo con lo bonito: todas las alegrías, logros deportivos y personales, las amistades que permanecen para siempre y las que vas dejando en el camino, vivencias, viajes, aprendizajes… He crecido y madurado de la mano del balonmano y me siento muy afortunada.
A lo largo de los años, he tenido la suerte de ser parte de varios equipos y ligas, tanto en España como en Alemania y Rumanía. Cada experiencia me ha enseñado algo nuevo y me ha dejado algo de lo que me llevo para siempre.
Además, he tenido la oportunidad de representar a España en varias competiciones internacionales, y en cada una de ellas he sentido orgullo y alegría por llevar los colores y la bandera de mi país.
Quiero agradecer a mi club de Almuñécar, en el cual empecé y al Ayuntamiento de mi ciudad el seguimiento y apoyo incondicional. A la prensa deportiva, a mi representante, a mi psicóloga, a todos los clubes por los que he pasado y en los que he encontrado gente maravillosa.
Por supuesto una mención especial para mi familia, mis fieles seguidores y los fans que han estado ahí durante toda mi trayectoria, apoyándome sin descanso en todas mis decisiones.
Agradecer a este deporte todos los momentos emocionantes, los triunfos y las derrotas, las risas y las lágrimas. Nunca olvidaré lo que me ha dado y todo lo que he aprendido de él.
Hoy se suma una aficionada más al balonmano femenino.
Gracias Irene.