Almuñécar recupera la celebración del Corpus en la calle con media docena de altares

Tras dos años de pandemia volvió a recorrer las calles  del centro sexitano Jesús Sacramentado en solemne procesión.

Almuñécar ha vuelto a celebrar el Corpus en la calle con una solemne y brillante procesión  presidida por  el cura párroco, Vicente Guerrero que acompañó  al  Santísimo Sacramento portado por una docena de horquilleros, coordinado por la Hermandad Sacramental.

El cortejo procesional , en el que participaron como representantes municipales los ediles, Maria del Carmen Reinoso y Rafael Caballero, lo abría una amplia representación de estandartes y guiones de cofradías y hermandades de Almuñécar, seguido de decenas de niñas y niños que han realizado este año su Primera Comunión  y lo cerraba la Agrupación Musical local “Nuestra Señora de la Encarnación”. Salió a la calle desde la iglesia parroquial de la Encarnación, ante un tronar de cohetes y  una vez finalizada la Santa Misa, pasadas la 10,30 horas, para poner rumbo desde la calle Puerta de Granada a las calles Aire y Trinidad  y así  alcanzar la calle Fuentenueva y la plaza de Los Higuitos, donde se ubicaba el primero de los seis altares que ha visitado.

La procesión continuó por calle Vélez  para llegar a la plaza de la Constitución donde se encontraba el segundo altar. Justo estaba  en la segunda planta del Ayuntamiento.  En el mismo destaca una imagen del sexitano, Ramón Cervilla Luis, que fue beatificado el pasado mes de febrero.

El tercer altar lo montó la Hermandad de Virgen del Carmen del Barrio Los Marinos, junto a la calle Real. En el mismo el cura párroco quiso rendir homenaje, no solamente al barrio Los Marinos,  sino a todos los barrios de Almuñécar.  Por calle Real a los sones de la Agrupación Musical y las campanillas de los pequeños,  avanzó hasta la  calle Alta del Mar,  que llevó a la comitiva  hasta la placeta de La Rosa, donde sus vecinos montaron, un año más, otro altar.  En este lugar Vicente Guerrero, tras felicitar a los que participaron en el montaje, tuvo un recuerdo para las personas enfermas o que viven solas.

El cortejo se asomó al mar por el Paseo del Altillo y continuó por calle Alcalde Julio Fajardo,  plaza Madrid y avenida de Andalucía hasta la plaza de la Victoria donde se encontraba otro altar montado por vecinos y la Cofradía Virgen de los Dolores.  Desde este lugar la procesión puso rumbo hasta la Iglesia de la Encarnación por calle Real , plaza de la Constitución y calle Jesús Nazareno. Junto a la iglesia, en la conocida como Puerta del Sol, se ubicó el último altar.

Juan Manuel De Haro:
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