El recuerdo a Ernesto estuvo (y está) muy presente entre los cofrades y vecinos
La Cofradía de La Herradura vivió este Viernes Santo su día grande de fervor al Cristo Yacente, obra del escultor local Pepe Gámez, y la Virgen de los Dolores. Penitentes y mantillas acompañaron a los titulares en el recorrido por el centro y el paseo marítimo.
Al frente del trono del Cristo Yacente estuvo Paco Salado, y en el de la Virgen de los Dolores, hizo lo propio Christian Barbero.
El Cristo estuvo acompañado musicalmente por un trío granadino de música sacra compuesto de los instrumentos: fagot, flauta y clarinete; por su parte la Virgen de los Dolores fue procesionada a ritmo de la Banda Municipal de Música de Almuñécar, dirigida por David del Pino.
La vuelta, tras dos años ausentes de las calles herradureños, estuvo marcada por la ausencia, por motivos de salud, del jefe de horquilleros del Cristo, Ernesto Barbero. Ni que decir tiene que también por ello Meni, madre de Ernesto, tampoco salió a su balcón a cantar sus saetas.
Así las cosas la Cofradía de La Herradura, que de nuevo salió a la calle con su Hermano Mayor, Antonio Almanza , contó con numerosos cofrades en su estación de penitencia en las calles y la representación municipal de los ediles herradureños, Juan José Ruiz Joya, Daniel Barbero y Rocío Palacios.
Cabe destacar que los actos cofrades arrancaron con más presencia en la calle el Jueves Santo, con motivo del Vía Crucis y la Imagen de El Nazareno recorriendo las calles de La Herradura.
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