Almuñécar volvió a vivir con intensidad el Domingo de Ramos que abre la semana de Pasión Sexitana. El fervor y la devoción se dieron cita en la jornada matinal y de tarde-noche con la Cofradía de la Borriquita (La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén) y la Hermandad del Cristo Despojado y la Virgen de la Salud. (Nuestro Padre Jesús del Gran Amor Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Salud).
Si durante la mañana soleada vivida este domingo los penitentes hebreos, de todas las edades, destacaron en el recorrido procesional de la Borriquita, la tarde volvió a recuperar la devoción y el encuentro del pueblo sexitano con dos imágenes llegan al corazón del pueblo de Almuñécar, tanto físico, por adentrarse por sus calles en el casco antiguo, como fervoroso.
La puesta en escena durante la mañana se dejó notar el cofrade más joven de la Pasión sexitana, donde, para muchos, era su primera Semana Santa con sus pasos en las calles. Hebreos de todas las edades que dieron la bienvenida a Jesús, en su entrada triunfal por las calles y avenidas de Almuñécar.
Los horquilleros realizaron una estación de penitencia no sin dificultad y esfuerzo redoblado ante las numerosas levantás realizadas a la largo del recorrido desde la Iglesia Parroquial de la Encarnación hasta adentrarse por calle Vélez y plaza Constitución hasta el Centro Comercial Sexitano por Calle Real y asomarse al Altillo por Placeta La Rosa para poner rumbo a la plaza Madrid por Alcalde Julio Fajardo y, posteriormente accede a la Carrera Oficial, en la Avenida de Andalucía.
Abría el cortejo la Agrupación Musical Virgen de las Angustias y la cerraba la Banda de El Rescate, ambas de la capital granadina.