Casi medio centenar de windsurfers y kiters rindieron homenaje póstumo al maestro Gustavo Arrojo Agudo en la playa Puerta del Mar de Almuñécar

Una treintena de amigos y sus hijos lo hicieron al estilo hawaiano dentro del mar con sus tablas.

(Galería gráfica)

Los amigos del maestro, Gustavo Arrojo Agudo, sus hijos, Gustavo y Sara, y la gran familia de surfers, windsurfers, kiters y amantes de las actividades náuticas en general,  le  han rendido  este domingo un emotivo y bonito homenaje  póstumo en la playa Puerta de Mar, de Almuñécar.

Fueron  casi medio centenar de personas, entre los que se adentraron al mar, cerca de la escollera,  para rendir homenaje al estilo hawaiano, unidos con sus tablas, y los que, desde la orilla,  quisieron  sumarse al mismo y recordarlo, e incluso, plasmar el momento  con sus móviles.

Fue un momento muy especial. El silencio solo fue roto al pronunciar todos unidos en el mar  el nombre de Gustavo varias veces. Ya, al salir del agua, sonaron los aplausos, que volvieron a repetirse después de la foto de familia.  La emoción cobraba de nuevo intensidad. Los hijos, Gustavo y Sara, se mostraron muy agradecidos por las muestras de cariño y solidaridad, por ello fueron los primeros en echarse al agua.

 El homenaje arrancó poco antes del mediodía cuando fueron llegando los amigos sexitanos hasta el lugar. Saludaban a Gustavo con un toque y  una mirada de solidaridad y cariño ante la imposibilidad del abrazo fraternal de: Luis “Piti”, Fran, Sandro, Luis “Willy”, Pepe, Matías, Chencho, Antonio…….  El confinamiento perimetral impidió la asistencia de más participantes que hubieran querido sumarse al mismo y solidarizarse con la familia, Arrojo Montilla,  ante la pérdida repentina  del gran maestro,  que sorprendió a todos en la tarde del pasado lunes día 25,  cuando cabalgaba las olas frente a la citada playa sexitana sobre su tabla de  kitesurf y  junto a varios  amigos. El corazón de Gustavo se paró de repente y  a pesar de los esfuerzos sanitarios, se durmió para siempre. Esos momentos fueron recordados este domingo. Aún costaba  creerlo.

Precisamente, este domingo la jornada también ha sido de viento y oleaje de poniente. Muchos  miraban el mar y perdían la vista sobre el reflejo del agua plateada que provocaba el sol. Lo imaginaban volando sobre la tabla y la  cometa. “Está perfecta o perfecto”, hubiera manifestado  el maestro o capitán, ante la duda de algunos. Emociones y silencio se impusieron entre los asistentes. Sobraban las palabras. Se contenía la emoción y afloraban los recuerdos. Inolvidable Gustavo Arrojo Agudo.

 

Juan Manuel De Haro:

Ver comentarios (1)

  • Supo darle contenido y coherencia a su vida. Un gran hombre. Los que hemos tenido la suerte de ser sus amigos, no le olvidaremos. D. E. P.

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