La iniciativa se enmarca dentro de la campaña “1m2 por la naturaleza” y se ha centrada en el acceso a la playa naturista de Cantarriján
Un grupo de voluntarios de Almuñécar ha participado en el proyecto “Libera, unidos contra la basuraleza”, dentro de la campaña “1m2 por la naturaleza”, que ha tenido como escenario la recogida de basura en la zona de acceso de la playa naturista de Cantarriján, en el Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, donde ha desarrollado esta actividad que se englobaba en una acción de conciencia ciudadana en la recogida de datos sobre la basuraleza por el campo, los bosques y el monte, según ha informado la coordinadora del grupo María José Quesada.
“La limpieza se ha centrado en tres zonas distintas del acceso. En total, sobre una distancia de unos 400 metros por 6 metros de ancho, por lo que no hemos podido cumplir el objetivo inicial de 1 kilómetro dada la gran cantidad de basura encontrada en los alrededores del aparcamiento. Se han recogido más de 30 kg de envases, 11 kg de vidrios y unos 25 kg de otros tipos de residuos, donde se incluyen las mascarillas, las nuevas integrantes de la basuraleza”, explica Quesada.
El proyecto “1m2 por la naturaleza “nace en el año 2017 para frenar las consecuencias de la basura abandonada en los espacios naturales, la basuraleza, en los diferentes ecosistemas españoles. Fue creado por la ONG ambiental decana de España, SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases. Su objetivo es concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de basura y que podamos, de esta manera, liberar mucha más vida en favor de la biodiversidad. Para ello, desde Libera se plantea un abordaje integral del problema, en tres ejes de acción: conocimiento, prevención y participación.
La solución está en manos de todos
Por otro lado, y dentro de la campaña de concienciación denominada “la solución está en manos de todos” recuerdan que “cada persona cuenta. Cada acción cuenta. Un bastoncillo tirado por el inodoro en España puede terminar interactuando con un caballito de mar en una prístina isla del Pacífico. Tampoco conviene olvidar que uno de los principales retos para atajar este problema es abordarlo a escala global y desde la cooperación internacional.
Por este motivo, es necesario que todos los agentes trabajen alineados, a nivel local, nacional e internacional, para erradicar un problema que va en aumento: las administraciones, mejorando la gestión de los residuos y cooperando para ayudar a las regiones y países que no cuentan con los mismos recursos para gestionar sus residuos; las empresas, reduciendo y gestionando sus residuos; y los consumidores, realizando una correcta gestión de los mismos. No generemos basuraleza, es una buena manera de comenzar a colaborar.