La Alcaldesa de Almuñécar, que se sumó funeral, agradece “el comportamiento” de los vecinos ante el llamamiento realizado desde el Ayuntamiento.
La alcaldesa de Almuñécar, Trinidad Herrera, ha agradecido y destacado “el comportamiento” de los más de trescientos vecinos que han asistido al funeral de despedida de la pequeña María que se ha celebrado este mediodía en la iglesia parroquial de la Encarnación.
La primera edil sexitana, visiblemente afectada como la gran mayoría de los asistentes, se ha sumado a las muestras pésame y solidaridad con la familia y amigos de la pequeña María que moría el pasado miércoles en trágicas circunstancias cuando se bañaba en la piscina de la casa de unos amigos donde acudió acompañando a sus padres para celebrar una clásica cena de verano.
El funeral, en el que colaboró la Policía Local en las tareas de prevención y seguridad del entorno y acceso a la iglesia, llenó el templo parroquial con casi 200 personas y otro centenar se tuvo que quedar en atrio y entorno a la iglesia, a donde se fueron concentrando desde casi una hora antes de la celebración del mismo. La comitiva funeraria llegaba puntual al atrio. Abría un vehículo fúnebre negro lleno de coronas y ramos de flores y detrás otro vehículo de color blanco que portaba el féretro rodeado de coronas.
En la homilía el cura párroco, con la voz entrecortada, tuvo palabras emotivas durante casi dos minutos, dirigida a la pequeña María. “Querida María, comenzó diciendo para recordar el momento de su marcha al cielo. Un cielo que hoy está más alegre, lleno de risas y desde el que cuidará de tu familia y de todos nosotros”, dijo.
Al finalizar el funeral, Agustín, el padre de la pequeña María daba las gracias a los asistentes antes de acompañar, junto al resto de la familia, a su hija hasta el Cementerio Municipal donde recibió sepultura casi en la intimidad.