Este es el primero de los nuevos espacios visitables del monumento que se abrirán al público.
La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar ha abierto al público, como nuevo espacio visitable, el interior de la torre de poniente del Castillo de San Miguel. “Se trata de una torre de la época cristiana levantada sobre la roca madre del Cerro de San Miguel, en pleno corazón del casco antiguo de la ciudad, en cuya estructura destaca el techo abovedado de ladrillo y el arco de entrada”, según informó la arqueóloga municipal, Eva Urquieta, en la visita que realizó el responsable municipal del Área, Alberto García Gilabert.
“Desde la Concejalía de Cultura nuestra intención es poner en valor el Castillo de San Miguel al completo, con los cuidados extremos pertinentes hacia él. En sentido, todavía tenemos muchos rincones por descubrir. Hoy hemos abierto esta torre y tenemos proyecto de abrir parte de la Coracha y varios puntos visitables y también hacer un Plan Director, donde pondremos en marcha unas visitas virtuales, hitos informativos y visitas en 3D. Para ello trabajamos con mucha ilusión para poner todo este Castillo en valor”, explicó García Gilabert.
Castillo de San Miguel Almuñécar
La estructura de la fortaleza que hoy podemos ver, fue realizada en la época musulmana a partir del siglo XI. Tiene forma irregular siguiendo la topografía del terreno. Se trata de un recinto cerrado flanqueado por diez torres macizas de planta rectangular o casi cuadradas separadas por ocho lienzos de murallas, las más antiguas realizadas en tapial. Posteriormente, en época nazarí, con la utilización de la artillería, los muros de tapial fueron reforzados y forrados de mampostería unida con mortero de cal. De esta época dataría la llamada Torre del Homenaje, elemento principal del conjunto castral y residencia del gobernador de la fortificación. En esta misma época nazarí, el castillo fue residencia de descanso de la dinastía real nazarí, conservándose los cimientos de una casa-palacio, con sus baños y su alberca, así como una noria, cuyos cangilones pueden verse en el museo enclavado en la coracha junto a otros objetos arqueológicos y a los restos de un ingenio de azúcar.
Finalmente, con la llegada de los cristianos, se realizan tres grandes reformas entre los siglos XVI-XVII. A finales del reinado del rey Católico Fernando, se construye el foso, el puente levadizo y la imponente fachada de entrada con sus cuatro torreones circulares. Se construye la coracha, que sufrió reformas posteriores y la plataforma para artillería de la zona sur.
Durante la Guerra de la Independencia sufrió el bombardeo de las tropas inglesas, quienes derribaron el torreón situado a levante de la entrada, quedando el castillo en estado ruinoso, y siendo utilizado como cementerio de la población hasta mediados del S.XX. Entre sus construcciones, destaca un pabellón de estilo neoclásico, sin ninguna conexión aparente con la estructura del castillo, que pudo ser construido en el S.XVIII, y que se ha convertido en la sede del Museo de la Ciudad. También es de destacar, la existencia de una serie de grafitos de barcos, peces, estrellas, etc… que pueden observarse, en los muros de la batería cristiana, a la entrada de la sala.
El Castillo del San Miguel es por tanto el monumento más representativo de las civilizaciones que pasaron por Almuñécar al contar con importantes referencias de cada una de ellas en los últimos 3000 años de historia.