A ella también se sumó Pizzería Sapore de Italia de Velilla y cocineras francófonas
En momentos difíciles aflora la solidaridad de los vecinos de Almuñécar y La Herradura
Lo que comenzó como una ayuda a conocidos por parte de Isaac Barbero, responsable del Chiringuito “La Barraca” de Cantarriján, y su equipo de cocineros, terminó elaborando hasta 450 menús durante tres días a la semana para colectivos y personas necesitadas.
“La iniciativa surgió a pocos días el confinamiento porque vi que había gente que le hacía falta y no llegaba a cubrir sus necesidades. Al principio fue como una veintena de menús, pero después llegó la petición de ayuda de la Asociación de Madres Solas para lo cual se amplió con otras 63 personas más como destinatarias. A continuación nos llamarón desde el Ayuntamiento para ampliar a otras familias necesitadas, que era casi medio centenar más. En definitiva, entre unos y otros destinatarios unas 150 raciones por día”, según explicó Isaac Barbero.
Lo mejor de la iniciativa de Isaac Barbero, es que contó con el apoyo del personal de la cocina de su establecimiento, e incluso, algunos familiares y proveedores como: Codisan, Arenas, Congelados Luciano… entre otros, “porque yo no solo no hubiera podido”. Asimismo, a través de la Asociación de Madres Solas, el Banco de Alimentos, les ha dado pasta, patatas, atún… con la que hemos podido elaborar los menús. Ha sido una cadena que ha funcionado bien para que cada día, entorno a las 13 horas, haya estado todo dispuesto.
Miguel F. Castilla y Venta Luciano
Si desde el Chiringuito La Barraca salieron durante tres días los menús, otro tanto ocurre desde la cocina del complejo de Venta Luciano con el cocinero Miguel F Castilla y ayudantes, donde cubren los otros tres días de la semana otra cantidad importante de menús.
“La iniciativa se la planteó el propio cocinero sexitano al edil de Relacionales Institucionales, Alberto García Gilabert, mientras coordinaba la recogida y distribución de las mascarillas que elaboraron las voluntarias sexitanas. Por su parte, García Gilabert contactó con la responsable de Servicios Sociales y contando con el apoyo económico de almuñequero, Luis Auger, y las instalaciones de Venta Luciano se pusieron en marcha, elaborando un centenar de menús o lo que es lo mismo unos 300 menús a la semana.
“Para elaborar los menús también hemos contado con la aportación, además de la económica de Luis Auger, con la despensa del Banco de Alimentos, que nos ha servido buena parte de la materia prima con la que hemos podido hacer los tres platos. Menús que se han basado, especialmente en productos de la tierra, sobre todo los postres que tuvieron una muy buena acogida”, según nos relata el propio cocinero.
En cuanto a la distribución, ya se encargó, tanto la propia Asociación de Madres Solas como las empleadas municipales de Servicios Sociales y Ayuda a Domicilio, entre otros.
Pizzas y otros menús.
Otras iniciativas que sumaron su esfuerzo a la ola solidaria fue la Pizzería Sapore de Italia, en Paseo Velilla 8, y por Michelle de Wever y Marie-Jo Guidez, ambas de la Asociación de Francófonos de Almuñécar. Entre ambos sumaron unos 120 menús.
Dominico Frigerio, que regenta la Pizzería Sapore de Italia, desde hace 10 años. “Me salió del corazón poder aportar mi colaboración a las personas necesitadas. Hablé con la mi Asesoría y me pusieron en contacto con la Concejala de Servicios Sociales, María del Carmen Reinoso, quien a tras ofrecer mi servicios fue coordinado por Pamela. Al principio elaboraba veinte pizzas cada martes y después me pidieron que hiciera una doce y ahora seis. Una vez elaborada se acercaba la Policía o Bomberos a recogerlas para distribuirlas”, según nos explicaba.
En cuanto a las dos voluntarias de la Asociación de Francófonos, dirigido principalmente a personas sin techo, realizaron media docena de menús que, en la mayoría de las ocasiones, se acercaban hasta la Jefatura de Policía Local para que las distribuyera.
Una labor solidaria como ejemplo del gran corazón de lo mejor que siempre tienen los vecinos de Almuñécar y La Herradura, sumándose así a la cadena voluntaria que se manifestó cada día