Las fuerzas de seguridad mantienen los controles en Almuñécar y La Herradura donde hay escaso movimiento en la calle.

Los cofrades sexitanos viven, desde sus casas y barrios,  la devoción y pasión con numerosas iniciativas.

Los controles de personas y vehículos en los accesos principales desde la autovía y la Carretera Nacional 340, así como  en el interior de los centros urbanos de Almuñécar y La Herradura, se mantienen con un descenso de movimiento importante, según ha informado el concejal de Seguridad, Francisco Robles Rivas.

Tanto Policía Local como Guardia Civil sexitana mantienen controles fijos en los accesos y también controles móviles por el centro de la población para hacer cumplir con el confinamiento de los vecinos y residentes.

“Esta  mañana, al estar la casi totalidad de comercios cerrados, salvo algunas panaderías, quioscos de prensa o establecimientos con comida para llevar, ha hecho que el tránsito de personas y vehículos haya caída notoriamente.  En la mayoría de los casos los autobuses de líneas regulares que llegan procedentes de Granada, Málaga o Almería, apenas llegan a parar. Muchos entran y salen de la estación de autobuses sin detenerse al no haber nadie ni para bajar o subir”, explica el edil sexitano de Seguridad.

Jornada especial.

Es un viernes muy diferente en Almuñécar. Los cofrades y componentes de bandas de música lo viven con devoción desde sus casas o barrios. Echando de menos la celebración de “El Paso”, en una jornada que debería ser intensa, donde las procesiones no suelen parar en las calles almuñequeras. En una Semana Santa,  declarada de Interés Turístico de Andalucía, que viene a corroborar la transcendencia de estas históricas tradiciones que se viven de una manera muy especial en la milenaria tierra sexitana.

Esta mañana salía el sol de forma radiante, después de varios días de nublado, e incluso, algo de lluvia ayer Jueves Santo,  que rondó los tres litros por metro cuadrado. No obstante, el pronóstico es que volverá a nublarse y que puede que el domingo vuelva  a la lluvia al municipio sexitano. Puede que esta climatología pueda “amortiguar” el sentimiento cofrade…pero la ausencia del sonido, el ambiente, la devoción y la pasión este año, más que nunca, va por dentro.

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