Tendrá lugar durante una Gala donde se rendirá homenaje a la memoria de Paulino Álvarez promotor e impulsor del evento.
La Asociación Amigos de La Herradura celebra este sábado una gala con motivo de la entrega de premios de su XIII Certamen de Poesía que lleva su nombre. En este acto, que tendrá lugar en el auditorio del Centro Cívico de La Herradura a partir de las 20 horas, actuarán: el guitarrista, Miguel de Carmen; Fabiana Balserini, sonidos sanadores; Ivo Fernández García (violonchelo); Ismael Bonilla López (violín) y Hugo Barbero Ruiz (piano). También se rendirá homenaje póstumo a Paulino Álvarez, promotor e impulsor de este evento literario.
En esta edición el premio recayó en el poeta onubense, Juan Carlos de Lara Ródenas que se hizo con 1400 euros y diploma, por su poema, “En la mitad profunda del olvido”, según informó el presidente el jurado, Andrés Cárdenas.
“Este año tenemos muy presente la memoria de Paulino Álvarez González, fallecido el pasado mes de febrero, en reconocimiento a su trabajo incansable como promotor y coordinador del Certamen. Gracias a su labor, el premio goza hoy de un merecido prestigio nacional e internacional y contribuye a enriquecer la imagen y la vida cultural de La Herradura”.
Esta decimotercera edición, donde se recibieron 120 trabajos en la categoría general y casi una decena el apartado local, cuenta con la colaboración de la Tenencia de Alcaldía de La Herradura, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar y la Mancomunidad de la Costa Tropical, además de varias empresas locales, que participan también en su financiación y premios.
El jurado, junto el escritor y periodista, Andrés Cárdenas, lo formaron los escritores, Pepa Merlo, Tomás Hernández Molina, Reinaldo Jiménez y Álvaro Salvador Jofré, quienes destacaron “un trabajo largo, narrativo y que contaba un asunto relacionado con la muerte de su abuelo. Valoramos la correcta estructura y su lenguaje contenido rico en imágenes, en el que va combinando la eficacia narrativa con la intensidad poética”, dijo Álvaro Salvador.
En cuanto al apartado de la categoría local, abierta a poetas procedentes de los distintos municipios de la Costa Tropical, resultaron ganadores: Moisés Navarro Fernández, Francisco Javier Martín Franco y Eugenia Cristina Frontana Martín. Todos ellos recibirán, además de sendos diplomas, respectivamente, un premio de 200 euros en metálico, un trofeo donado por la Librería Coral y una escultura realizada especialmente por la ceramista Rosario González, que este año recoge unas palabras de Paulino Álvarez en homenaje a su memoria.
Juan Carlos de Lara Rodenas (Huelva, 1965) ha publicado, entre otros, los poemarios “Caminero del aire, Elegía de amor y de la sombra, Memoria del tiempo claro y “Paseo del chocolate y Depósito de objetos perdidos”, que recibió el Premio Leonor de Soria en 2016.
Al conocer el fallo del jurado manifestó que suponía para él “una alegría muy grande. Es un estímulo, añadió, que le hacen a uno mantener encendida la llama de la vocación por la poesía. Yo escribo desde siempre, prácticamente. Mi padre, que también es poeta, me hizo amar la poesía desde muy pequeño. Como digo, este tipo de alegrías que dan ganar estos premios, hacen que uno siga para adelante como más seguridad y más confianza en lo que hace viendo como lo que uno escribe otros lo valoran”, señaló de Lara Ródenas.
En cuanto al trabajo galardonado con el primer premio en este XIII Certamen de Poesía “Amigos de La Herradura” dijo, que “pertenece a un conjunto de poemas que estoy escribiendo últimamente, con los que pretendo darle forma a un futuro libro. Todos tienen, como un común denominador, el hecho de que tratan de poner en valor lo que hemos logrado salvar del olvido. Todos esos recuerdos que van formando parte de nosotros mismos, que se van depositando en nuestra memoria y que nos hacen ser como somos. La manera que tenemos de contemplar el mundo, de sentir, en buena parte, es gracia a todos los recuerdos que vamos atesorando dentro de nosotros mismos.”
Y agregó: “El poema que ha resultado ganador del premio es algo que escribí a mi abuelo Juan, del que tengo muy poquitos recuerdos porque él murió cuando yo tenía seis años y habló de eso. Para mí es como un relámpago que tengo ahí, ya que solo recuerdo tres o cuatro momentos. Este poema habla de esos recuerdos”.