Esta es la historia de un joven que después de acabar COU se planteó ser militar. Marchó a la academia de suboficiales de Lérida e hizo las pruebas, pero cuando regresó comenzó a trabajar en la hostelería.
Luciano Pintor cuenta que adquirió un local frente a la playa y lo decoró a su estilo, como él le gustaba, sencillo. Las paredes estaban forradas de fotos y recortes de periódicos deportivos, su gran afición. Y es que de no haber entrado en el mundo de la hostelería, a Luciano le habría gustado ser periodista deportivo, profesión que le apasiona, reflejada ahora en parte de la barra de su popular local, el “Café Luciano”.
Cada vez es más habitual ver en la bahía veleros y yates que vienen solo a comer o cenar en La Herradura porque ha adquirido un caché especial que le ha dado mucha vida a todos los negocios. También hay clientela fija que tiene casas en la Punta de la Mona o en la zona de Peña Parda, y que son fieles a nosotros porque aquí encuentran lo que más les gusta, un trato amable y un servicio de calidad.
Para Luciano, uno de los mayores atractivos de estos negocios en La Herradura es el de poder disfrutar tranquilos de atardeces y puestas de sol espectaculares. Momentos que estuvo fotografiando durante muchos años y que guarda en una caja, después de haber pasado años en las paredes de su cafetería.
Su clientela la conforman buenas personas, correctas, educadas y muy amables, que disfrutan del cafelito y la copa en los mágicos atardeceres de La Herradura. Eso es lo que más le motiva para seguir adelante, que “Café Luciano” tiene una clientela fiel repleta de buenos amigos.
Por hacer de su establecimiento el lugar ideal para disfrutar del clima, la gastronomía y la familiaridad herradureña, recibe el Premio Turismo Almuñécar 2018, Luciano Pintor.
Entregó el Galardón: Eva Gaitán Díaz, Concejal de Participación Ciudadana
Recogió: Luciano Pintor Salado