Jaime Pérez Molina llegó a Almuñécar en marzo de 1977 junto a su entonces esposa, Virginia Travers, y su hijo Zandu. Es peruano de nacimiento, se crió en Estados Unidos y afirma que es almuñequero de corazón. La historia de cómo arribó a nuestra tierra es fruto, como en las mejores ocasiones, de la casualidad.
La familia se tomó un año sabático para conocer las capitales del viejo continente. Llegó el turno de España e hicieron parada obligada en Granada y la Alhambra. Antes de marcharse, Virginia se empeñó en venir a la playa. Jaime intentó disuadirla, pero no hubo manera. Así que cogieron el caminito de la Cabra hasta llegar a Almuñécar. Jaime asegura que fue una visión celestial: la vega verde en todo su esplendor y, al fondo, un pueblo blanco de ensueño bañado por el Mediterráneo. Fue un auténtico flechazo, según sus propias palabras. Jaime había llegado a un lugar que le robó el corazón.
Almuñécar era muy distinta en los 70, con menos habitantes que se conocían perfectamente unos a otros. Todo el mundo tenía un mote, y él no tardó en ser apodado como El indio. Hizo grandes amistades en poco tiempo. Su trayectoria profesional siempre ha estado vinculada al contacto con el público. En los 80, regentó el conocido pub Dallas. En el 94, abrió Regalos Virginia, retomando su pasión por la artesanía y fundó también la asociación de artesanos que puso en marcha el mercadillo de la plaza de Abderramán.
Llegó a la compañía británica SAGA Holydays en 1996, con sede en el Hotel Helios. Su labor principal es ayudar a los clientes durante su estancia y reconoce que, aunque disfruta cuando toca le toca hacer de guía lo que más le divierte es organizar para los ingleses esas cosas tan típicas de los almuñequeros, como una buena sardinada o una ruta de tapeo. Jaime recepciona a más de mil personas al año y a todas les inculca su amor por Almuñécar. Tanto es así, que muchos de ellos se han trasladado a vivir aquí.
A sus 73 años, Jaime “El Indio” no piensa en la jubilación. Le hace feliz trabajar, apostar por el turismo de calidad y conseguir que otras personas amen nuestra tierra tanto como él. Y aunque egoístamente, le gustaría que Almuñécar mantuviera para siempre su esencia de pueblo, asegura que este paraíso es aún una joya por descubrir.
Por haber dado a conocer nuestra ciudad y cultura a miles de turistas británicos y haber hecho que algunos nos elijan como lugar no sólo de vacaciones, sino también de residencia, recibe el Premio Turismo Almuñécar 2018, Jaime Pérez Molina. Por cierto, tras recibir el galardón tuvo palabras de apoyo hacía el ex director del Hotel Helios, Rafael Lamelas, quien pasa alguna dificultad con la salud.
Entregó el Galardón: Mari Carmen Reinoso, Concejal de Servicios Sociales e Igualdad.
Recogió: Jaime Pérez Molina
Dejar una contestacion