El evento llenó el aforo previsto y contó con la colaboración del Ayuntamiento sexitano
Con el aforo completo y en una noche fresca se celebró el bello concierto denominado: Un piano y 200 velas que por sexta temporada consecutiva ofrecía el pianista y compositor mallorquín, David Gómez en el bello y majestuoso escenario natural del parque del acueducto romano situado junto a la urbanización del Cercado de la Santa Cruz.
Tal y como avanzamos fue uno de los conciertos más bellos que incluye la programación del verano que lanza la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar.
Y es que el lugar y escenario de este concierto, junto a uno de los tramos más bellos del acueducto romano que surtía de agua la antigua Sexi, se convierto en una noche mágica donde el sonido del piano y la luz de las velas y el majestuoso monumento milenario iluminado hacen que se viva como algo único.
David Gómez se ha convertido ya en todo un maestro de este tipo de conciertos, donde no le faltan fieles seguidores y seguidoras que disfrutan de un repertorio propio donde deja constancia de su lugar de origen, el amor o la relación con sus amigos y familia que marcan el momento e interpretación tan especial.
Y es verdad. Un piano y 200 velas sigue siendo un concierto para los amantes de la música de calidad, íntimo, en un ambiente bello y romántico que ya se ha convertido en un referente en la Costa Tropical. Por cierto que algunos también tienen oportunidad de descubrir este lugar e impresionante monumento donde destacan sus arcadas que lo elevan, piedra a piedra, de forma magistral.
El reconocido concertista de piano y compositor, David Gómez, abrió y cerró el concierto con una obra donde toca el acordeón y el piano o viceversa. Depuést llegaron media docena de temas de su propia obra con piezas como: “The Island”, “The Lighthouse”, “16 years old”, «Marinha» , «The Immigrant», «Qalb Arjuani», y asi un amplio repertorio con las que hará sentir a los asistentes el carácter cinematográfico de su álbum «The Island, 2013» y «Pianographie, 2017». No faltó la complicidad con el público a lo largo de la hora y media que se prolongó la actuación y que la hacen aún más amena.
El músico mallorquín, una vez más, volvió a escribir una bella página en la historia musical de la noche sexitana donde tuvo como coro de fondo el sonido de grillos y los aplausos del público al finalizar cada interpretación.
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