Unas 40 carrozas y decenas de caballos participaron este domingo en la VII Romería de San Isidro organizada por la Hermanad Virgen Madre y San Isidro contando con la colaboración del Consistorio sexitano y recordando la vocación agrícola de la comarca.
Era poco antes de la diez de la mañana cuando ya comenzaba a preparar la salida la comitiva de la Hermandad Virgen Madre y San Isidro Labrador para poner rumbo hasta el barrio de Torrecuevas donde tiene su sede la misma. Acababa de celebrarse la misa de los romeros en la Iglesia El Salvador, en el almuñequero barrio del P-4.
En las calles adyacentes al templo era un ir y venir de romeros, caballos, carrozas y vehículos para dar forma al cortejo organizado por orden de inscripción y coordinado por la propia Hermandad a través de Antonio Aragón.
Por su parte, la Policía Local se distribuía por los cruces de calles y avenidas para ordenar el paso de romeros y vecinos que circulaban por el recorrido. Un año más la participación fue similar a la de años atrás en cuanto a carretas y vehículos adaptados con unas 40 unidades, a ello se sumaron a lo lardo del recorrido decenas de caballos según informó el Hermano Mayor, Juan Bueno, que se de nuevo se ha puesto al frente de la Hermandad sexitana.
Por cierto, que el Hermano Mayor recordó que la romería, al coincidir con la celebración de El Rocío y algunas comuniones se había visto un poco afectada en la participación, pero que estaba contento porque con las casi 40 carrozas tenemos suficiente para el espacio habitado.
El cortejo, encabezado por la Imagen de San Isidro que ocupaba un carro tirado por bueyes, llegados desde la localidad malagueña de Almayate, partía hacía el barrio de Torrecuevas. Este año las carretas y romeros volvieron a realizar el itinerario por el centro de Almuñécar evitando cruzar la Carretera Nacional 340, ni tener que bajar al cauce de río Verde por el P-4, como ya ocurrió años atrás, sino que entró en la Vega desde la Carretera del Suspiro del Moro y la calle Molvízar.
En concreto el recorrido fue el siguiente: salida desde la Iglesia de el Salvador, calle Tetuán, Mariana Pineda, Avenida Rey Juan Carlos I, Carrera de la Concepción, Carretera Suspiro del Moro, desviándose por Calle Molvízar, hacia el Camino de la Vega Primera hasta llegar al acceso del cauce de Río Verde y salida en Torrecuevas por Caicillos, para tomar la Carretera Autonómica (la del Suspiro) y llegar hasta explanada de la Rambla de Torrecuevas donde ya estaba todo preparado para que se situaran las carrozas y vehículos con los romeros en las respectivas parcelas habilitadas al efecto.
Es el recorrido hasta el barrio de Torrecuevas cuando se viven los primeros momentos destacados de esta romería almuñequera que se ha convertido en pocos años en una de las más importantes de la Comarca de la Costa por participación. Y es que la hermandad y el ambiente entre los romeros es algo extraordinario y que hay que vivirlo. La música, la bebida y la comida son elementos destacados que nos faltan a lo largo de recorrido. Todo el buena hermandad y sin prisa. El tiempo acompaño y la temperatura invitaba a realizar el recorrido a pie, como lo hicieron la gran mayoría. Después de casi dos horas de recorrido el carro que portaba la imagen de San Isidro entraba en el cauce de Río Verde. El calor apretaba un poco más pero el cauce se había preparado, no solamente para el paso de vehículos sino también para refrescar a los caballos y romeros, ya que desde Caícillos bajaba con agua.
Poco a poco el recorrido de los romeros se acercaba hasta la Rambla de Torrecuevas donde el Ayuntamiento, que una año más colabora estrechamente en los preparativos, seguridad y limpieza, tenía disponible todos los elementos necesarios para disfrutar de una intensa jornada: papeleras, barra, aparcamientos, y hasta una sombra sobre el solar donde se ubicarían la mayoría de las carrozas.
La seguridad estuvo a cargo de la Policía Local, Protección Civil, después se sumarían los Bomberos de Almuñécar en tareas preventivas. Todos los elementos necesarios se dispusieron para vivir, hasta bien entrada la tarde-noche, una jornada inolvidable.
Dejar una contestacion