Almuñécar y la Comarca de Río Verde llora estos días la muerte de uno de sus empresarios destacados: Juan Fajardo Arellano, máximo responsable el Grupo Fajardo de transporte de viajeros. Este pasado fin de semana nos dejaba tras una enfermedad con la que peleó hasta el último momento. Juan Fajardo ha sido un emprendedor ejemplar y decidido en sector del transporte de viajeros, que supo ganarse el respeto y la consideración, no solamente de sus vecinos sino de todos aquellos colegas que le conocieron.
Nacido en la localidad de Lentegí, hace poco más de 71 años, tuve la suerte de conocer a este empresario que comenzó en el transporte de pasajeros con el servicio de la línea regular que comunica su pueblo natal, Lentegí, junto con Otívar y Jete con Almuñécar. A ello sumó el servicio de transporte escolar de los centros sexitanos, los viajes discrecionales de turistas con el “transfer” entre el aeropuerto de Málaga y municipio almuñequero. A medias de la pasada década consiguió la concesión del Servicio Urbano de Almuñécar, gestionándola junto a Rafa López, a través de la sociedad Roalfa. También más tarde se hace con la empresa Autocares Nerja y la línea regular para comunicar las localidades vecinas malagueñas de Nerja y Frigiliana, además del transporte urbano de Motril. Para entonces ya se habían incorporado a la empresa sus hijos: Juan Pablo y Sergio, que ahora siguen con lo que ya se conoce como “Grupo Fajardo”. Por cierto, esta empresa también se ganó la confianza de la Federación Andaluza de Balonmano y el Patronato Municipal de Deportes de Almuñécar desde hace muchos años en sus compromisos.
A pesar de su empuje y acierto a la hora de desarrollar su empresa Juan Fajardo era una persona sencilla y cercana. Amiga de sus amigos. Cercano a los suyos y sin olvidar nunca sus orígenes. Siempre atento a las necesidades de su pueblo y sus tradiciones. Hasta el sacerdote le agradecía el apoyo para con la iglesia cuando fue necesario restaurarla o echar una mano en las fiestas patronales.
l pasado sábado por la noche dejó de latir su corazón. Terminó su viaje por este mundo para iniciar otro viaje eterno. El domingo, el tanatorio de Almuñécar donde fue velado por sus familiares antes de emprender viaje Lentegí, se quedó pequeño para acoger a cientos de personas que quisieron despedirse de Juan Fajardo, para muchos, más que compañero, amigo o jefe en la empresa. Lo mismo ocurrió en su pueblo. Lentegí y su iglesia se quedó pequeño para acoger a tantas personas que arroparon a Juan y su familia en su vuelta al pueblo. Ya, con los últimos crepúsculos del atardecer entre las montañas Moscaril y Peña Escrita, llegaba al cementerio de su Lentegí y reposar para siempre.
Si los héroes son aquellos capaces de lograr una hazaña importante, los superhéroes están constantemente alcanzando metas imposibles para otros, luchando frente a todo en contra sin poderes de ficción, ojalá todo el mundo pueda tener la suerte de estar cerca de un superhéroe como nosotros. Juan Fajardo fue más que un héroe un superhéroe.
Desde Argentina,Mis mas sentido pesame para su familia,se fue un gran hombre y genio empresarial QEPD
Ha sido más que un super héroe ha sido un gran hombre en el más amplio sentido de la palabra a sido un buen marido y un mejor padre y para mi el mejor amigo que una persona puede tener lo recordaré siempre
Mi mas sentido pesame para su familia ,hijos y esposa..