El flamante premio del Ojo Crítico tuvo una gran actuación que fue reconocida por el público puesto en pie que obligó a saludar al artista granadino en varias ocasiones.
El coreógrafo y bailarín granadino Daniel Doña (1977) presentó anoche con éxito su espectáculo “No pausa” en la Casa de la Cultura de Almuñécar. Fue todo un derroche de energía y bien hacer sobre el escenario de gran artista que se presentaba en la localidad sexitana tras el éxito conseguido en el Festival Internacional Madrid en Danza y que le valió el galardón del Ojo Crítico de RNE por este espectáculo, en el que conviven el flamenco y la expresión más contemporánea.
El bailarín granadino estuvo acompañado sobre el escenario por los bailaores, Cristina Gómez, Soujung Youn y Cristian Martín y la música que interpretaron en vivo, Francisco Vinuesa (guitarra) y David Vázquez (cante).
“No pausa” es un trabajo coreográfico basado en el ensayo físico llamado “Móvil perpetuo” por el que una hipotética máquina es capaz de continuar funcionando eternamente después de recibir un impulso inicial, sin necesidad de una energía adicional externa. En él conviven diversidad, singularidad y pluralidad.
Daniel Doña es uno de los máximos exponentes de la danza española actual, capaz de aunar en sus trabajos la esencia artística de diversos lenguajes y de moverse con absoluta naturalidad entre una danza española renovadora, el flamenco y la expresión más contemporánea, esquivando cualquier límite disciplinario.
Además del citado premio del Ojo Crítico de RNE, este año también fue galardonado cn el premio HEBE de Honor 2016 y así como también cuenta con el premio MAX de las Artes Escénicas en 2009, Daniel Doña Compañía de Danza se ha convertido en uno de los referentes más renovadores de la escena nacional e internacional, con espectáculos que combinan la tradición con las nuevas tendencias de la danza española y el flamenco.
El bailarín granadino ha bebido de distintas fuentes y ha forjado, a partir de esa multiplicidad de influencias, una personalidad artística expresada a través de la claridad en el movimiento, una técnica segura, la sobriedad, la musicalidad, la calidad y las buenas ideas resueltas con sobrada solvencia.
Con la columna vertebral en el flamenco y la danza española, pero sin renunciar a la fascinación por las notas contemporáneas, sus coreografías, como “No pausa” ,acostumbran a explorar los terrenos más diversos, siempre con equilibrio, siempre con conocimiento, con decisión, sin complejos ni miedos a lo desconocido.
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