El acto, presentado por su hermana Verónica y Laura López Zárraga, llenó la sala de conferencias de la Casa de la Cultura
La sala de conferencias de la Cultura de Almuñécar fue testigo de uno de los actos literarios más bellos y emotivos de los últimos años, con motivo de la presentación del primer libro escrito por el joven almuñequero, Gerardo González Jiménez (23 julio 1990), titulado, “Fuego y Tempestad”.
González Jiménez fue presentado por su hermana, Verónica, en lo personal, y la artista navarra afincada en Almuñécar, Laura López Zárraga. Verónica, tras agradecer el apoyo de los concejales presentes en el acto, María del Carmen Reinos, Luis Aragón y José Manuel Fernández, y que hizo extensible la edil de Cultura, Olga Ruano, inundó la sala de ternura y emoción con cariñosas palabras hacía su hermano, que a pesar de tener un discapacidad física con la una enfermedad rara denominada “ataxia cerebelosa”, que le afecta a la movilidad, “ha encontrado la luz en la poesía”, como reconoce.
Por su parte, Laura López Zárraga, expresó, con un bello vocabulario lleno de admiración y solidaridad para con el autor por su opera prima que fue muy aplaudida por una sala llena de público que quiso apoyar con su presencia el acto.
Cerró el acto el autor, Gerardo González Jiménez, que agradeció la asistencia de numerosos amigos y familiares, además de subrayar este agradecimiento a Laura López Zárraga y su hermana, Verónica. También tuvo palabras de agradecimiento a Alejandro Aguilar Díaz, autor de la por la portada del libro y, por supuesto, a la editorial “Circulo Rojo” por la publicación del mismo.
González Jiménez, tras los correspondientes agradecimientos, quiso explicar lo que para él significa la poesía y lo que había supuesto en su vida, desde que en la adolescencia quedó enganchado después de la lectura de poetas conocidos y otros menos. Desde entonces no ha dejado de escribir y plasmar experiencias emocionales a través de de la poesía.
“Escribir poesía ha sido para mí siempre la mayor de las aficiones y también la más hermosa, pues me ha permitido acercarme a un mundo lleno de sentimientos y ternura”, dijo.
Gerardo González reconoció que la poesía le había dado mucho, personalmente, como era la inspiración, que le acompaña toda la vida; la esperanza y anhelo, que de otra manera nunca hubiera poseído; también le ha hecho sufrir, tras muchos años escribiéndola.
Por último, el autor, antes de firmar libros, se refirió al libro “Fuego y Tempestad”, “escrito desde el corazón y con el alma, ya que engancha al lector y lo anima a seguir leyendo”. En toda la obra hay una referencia clara y directa sobre, Isabela, una mujer que le cautivó desde la adolescencia.
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