Almuñécar rinde un justo y emotivo homenaje a Cecilia McWeeny Chacón al nombrarla hija adoptiva a una vecina ejemplar y entrañable.

 La homenajeada es una vecina “ejemplar y entrañable” volcada en la obra social del municipio sexitano.

  

El auditorio de la Casa de la Cultura de Almuñécar fue testigo  anoche uno de los actos más emotivos de los últimos años al nombrar “Hija Adoptiva” a una vecina  “ejemplar y entrañable” como es  Cecilia McWeeny Chacón (Bradford, Reino Unido en 1940),  en una ceremonia sencilla, emocionante y llena de gratitud hacía la homenajeada.

Así lo manifestó la alcaldesa, Trinidad Herrera Lorente, durante la intervención que cerraba la misma. “Esta ceremonia es mucho más que un  acto de justicia, es algo que sale del corazón. Lo que viene a ofrecer hoy el pueblo de Almuñécar, y para siempre, es su gratitud, su reconocimiento y su orgullo a Cecilia Mc Weeny Chacón”, dijo la primera edil sexitana.

La alcaldesa dijo de Cecilia Chacón – como todos la conocen en Almuñécar – que es un mujer “ejemplar y atípica pues,  en una sociedad donde la empatía tiende a desaparecer;  una sociedad competitiva en la que uno se desenvuelve para ser el mejor, un mundo que se venda los ojos para no ver la miseria y la pobreza  a su alrededor. Si no fuese por gente como tú, Cecilia, poco podríamos creer en la humanidad”, señaló Trinidad Herrera, quien reconoció que era  para ella “un completo honor como alcaldesa ser la portavoz de un pueblo que se entrega a ti, y, te rinde homenaje nombrándote hija adoptiva de Almuñécar”, subrayó.

Con anterioridad, la concejal-delegada de Bienestar Social, María del Carmen Reinoso,  fue la que destacó el perfil social  de Cecilia Chacón, en los distintos colectivos en los que ha participado en todas la áreas: Donantes de Sangre, Asociación Prevención y Ayuda al Toxicómano (APAT), Alcohólicos Rehabilitados (ARDA), Madres Solas, AECC, Cáritas Parroquial, Manos Unidas,…. un sinfín de ayuda y apoyo a personas mayores, necesitados o enfermos. Reinoso finalizó su intervención dando las gracias a Cecilia “por todo su apoyo y ejemplo por ayudar a los demás y por hacer que Almuñécar sea hoy una ciudad más solidaria y justa”, reconoció.

También quisieron sumarse al homenaje sus ocho nietas, que reconocieron sobre el escenario  que su abuela “es muy especial” y más de una vez hemos intentado convertirla en  “una abuela normal, de las que  van de peluquería o a tomar el té con sus amigas, pero no surtió efecto el cambio de imagen”. En la misma línea de cariño y renocimiento se manifestó uno de sus hijos que finalizó su intervención con estas palabras:  “Gracias por no haberte ido a Torrevieja o Tenerife como  hacía entonces las guiris y haber acabado en Almuñécar hace más de 50 años.  Gracias por ser como eres y gracias por ser mi madre y la de mis hermanos así como a tanta gente que te considera como una madre para ellos. Gracias Mamá”.

La homenajeada recibió de manos de  la alcaldesa de Almuñécar,  de la medalla de la ciudad y el acuerdo por unanimidad del pleno enmarcado a la homenajeada. Cecilia Chacón  emocionada,  como la mayoría de los asistentes, entre los que estaban numerosos corporativos sexitanos y ex–párroco de Almuñécar, Eugenio Valero, solo pudo decir: “Mil gracias. Sin Jesucristo en mi vida, quizás hubiera sido diferente”, acordándose de su padres, tíos y su difunto esposo, Francisco Chacón, mientras sus nietas les entregaban ramos de flores y recibía los aplausos de familia, amigos y vecinos puestos en pie.

Cecilia Chacón

Cecilia Chacón,   es una  almuñequera, como lo reivindica,  llegó a la localidad sexitana  en los años 60. Y el azar tuvo mucho que ver… Se encontraba un verano en los países nórdicos con unas amigas cuando conoció a un sexitano que le habló de estas tierras, le picó la curiosidad y en sus siguientes  vacaciones puso rumbo a Almuñécar;  por cierto que el suyo fue uno de los primeros bikinis que pisaron nuestras playas.

El encanto de estas tierras y la sonrisa del almuñequero, Paco Chacón,  la enamoraron hasta el  punto de dejar  su familia y su trabajo en Inglaterra para casarse y establecerse en Almuñécar  para siempre desde 1967.

Cecilia y Paco,  fundaron una gran familia. Ella  se convirtió en el apoyo incondicional de Paco que fue uno de los grandes emprendedores almuñequero. Algunos recordarán cómo empezó con un modesto puesto en la pescadería vieja y llegó a fundar el primer híper del pueblo en los años 90.

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