Almuñécar rinde este viernes homenaje a Cecilia McWeeny Chacón y la nombra hija adoptiva

El acto tendrá lugar  a las 21 horas en auditorio  de la Casa de la Cultura.

El auditorio de la  Casa de la Cultura sexitana  acogerá este viernes, día 29, el solemne acto de nombramiento de HIJA ADOPTIVA a de  Almuñécar a  Cecila McWeeny Chacón (Bradford, Reino Unido en 1940),

El acto, que tendrá lugar a partir de las 21 horas, se celebra tras la propuesta que de la alcaldesa, Trinidad Herrera Lorente, y que el pleno acordó hacer institucional y aprobar por unanimidad el citado nombramiento.

Cecilia Chacón,   es una  almuñequera, como lo reivindica,  llegó a Almuñécar en los años 60. Y el azar tuvo mucho que ver… Se encontraba un verano en los países nórdicos con unas amigas cuando conoció a un sexitano que le habló de estas tierras, le picó la curiosidad y en sus siguientes  vacaciones puso rumbo a Almuñécar;  por cierto que el suyo fue uno de los primeros bikinis que pisaron nuestras playas.

El encanto de estas tierras y la sonrisa del almuñequero, Paco Chacón,  la enamoraron hasta el  punto de dejar  su familia y su trabajo en Inglaterra para casarse y establecerse en Almuñécar  para siempre desde 1967.

Cecilia y Paco,  fundaron una gran familia. Ella  se convirtió en el apoyo incondicional de Paco que fue uno de los grandes emprendedores almuñequero. Algunos recordarán cómo empezó con un modesto puesto en la pescadería vieja y llegó a fundar el primer híper del pueblo en los años 90.

Persona atípica.

Cecilia es una persona atípica, una madre atípica y una vecina atípica. Si le preguntas te dirá que es almuñequera, aunque si la oyes hablar su acento aún la delata, tras más de 50 años entre nosotros.

En cuanto sus 6 hijos  tuvieron la estatura suficiente para llegar al botón del microondas se volcó en ayudar a los demás (literal). Entregada a mil causas (la AECC, la Asociación contra la Drogadicción, Alcohólicos, SIDA, Cáritas…), tiende su mano a cualquiera que llame a su puerta. El color de la piel, la ideología, la religión o la condición social son algo en lo que ella jamás se fija para ayudar a quien lo necesite.

Su humildad impide que conozcamos de su boca los cientos de casos de familias necesitadas y personas sin rumbo e inmigrantes a las que ha ayudado y sobran los ejemplos. Sus acciones solo obedecen a su sentido de la justicia social.

No se puede salir con ella a la calle sin que se pare mil veces a saludar amigos y conocidos, a interesarse por alguien que haya pidiendo en un escalón o a invitarle a un café. No duda en acompañar a un extraño al médico para hacer de traductora y acompañante y es capaz de montar un rastrillo benéfico a favor de las misiones, la asociación contra el cáncer, los enfermos de SIDA o cualquier otra causa que merezca su atención.

Cecilia Chacón, como todos la conocen,  se centra en lo importante, en mirar a las personas con el corazón y en hacer el bien. Cecilia  se pone  al servicio del prójimo sin mirar más allá porque sencillamente es buena persona pero a ella le gustaría que todos supieran que lo hace por una causa aún más elevada. No ya por ganarse el cielo, que eso ya lo tiene, porque es lo que le mueve

Siendo de justicia que Almuñécar le reconozca lo mucho que ha ofrecido a sus paisanos. Tras lo expuesto, y siguiendo la tramitación de acuerdo al Reglamento de Honores y Distinciones, esta Alcaldía espera que su propuesta sea tenida en cuenta y apoyada por los Grupos Políticos que conforman actualmente la Corporación Municipal sea admitida como Hija Adoptiva de Almuñécar.

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