Almuñécar tendrá que  sustituir cientos de bolardos de  la vía pública para acogerse a la normativa.

La inversión rondará los 30.000 euros y deberán estar sustituidos  en 2019

El Ayuntamiento de Almuñécar ha iniciado los trabajos de sustitución de bolardos en la vía pública para acogerse al reglamento que regula la instalación de estos elementos en las calles y plazas del municipio sexitano,  que viene determinado en el documento técnico sobre el Decreto Andaluz de Accesibilidad aprobado por la Junta y que deberán entrar en vigor el año próximo 2019, según ha informado el Servicio Municipal de Ingeniería a través de jefe del Área, Juan José Fernández

“Las sustituciones las vamos ejecutando en distintas fases, dependiendo del suministro del material. Calculamos que entre material y mano de obra, la inversión puede rondar los 30.000 euros. Hay que tener en cuenta con son cientos de bolardos los que tenemos que cambiar en los próximos meses y muchos los ayuntamientos que ya trabajan también en esta operación  por lo que la demanda es grande”, manifestaba el técnico municipal

Los trabajos, que están ejecutando operarios municipales del Área de Mantenimiento,  arrancaron en el barrio La Paloma, aprovechando que la rehabilitación integral en el acerado y pasos de peatones. También se ha ejecutado el acceso desde el Altillo a la calle Teatro y Alta del Mar, en la zona del Coliseo. En estos días se procede al cambio en la zona de Puerta del Mar y colindantes donde hay varias decenas de antiguos bolardos que no dan la altura y por tanto se procede a la sustitución.

La normativa que marca la Junta, a través del citado Decreto Andaluz de Accesibilidad, señala que los bolardos deberán cumplir las siguientes condiciones:  “tener  una altura situada entre 0,75 y 0,90 metros, un ancho o diámetro mínimo de 10 centímetros y un diseño redondeado sin aristas.  Serán de un color que contraste con el pavimento en toda la pieza o, como mínimo en su tramo superior, asegurando su visibilidad en horas nocturnas, debiendo señalizarse, en su coronación y en el tramo superior del fuste, con una franja de pintura reflectante o cualquier otro material que cumpla la misma función”, dice

En cuanto a la ubicación de los citados elementos en la vía, “éstos se ubicarán de forma alineada, y en ningún caso invadirán el itinerario peatonal accesible ni reducirán su anchura en los cruces u otros puntos del recorrido no deberán obstaculizar los pasos peatonales o los itinerarios peatonales y la separación mínima entre los mismos será de 1,20 metros, quedando prohibido el uso de cadenas entre ellos”. En cuanto a la disposición en las aceras, “se situarán en el exterior de éstas siempre que la  anchura libre restante sea igual o mayor de 1,80 metros”.

Por cierto que el citado documento regular de accesibilidad, advierte que la sustitución de los bolardos “no se permitirá la colocación de bolas, horquillas u otros elementos de dificultosa detección”, subraya.

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